Nuestras creencias y valores fundamentales

Creemos:

Estamos comprometidos con las verdades fundamentales del cristianismo bíblico histórico, expresadas en los antiguos credos. De acuerdo con lo cual, afirmamos:

• El único Dios verdadero que vive eternamente en tres personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

• El amor, la gracia y la soberanía de Dios al crear, sostener, gobernar, redimir y juzgar el mundo.

• La inspiración divina y la autoridad suprema de las Escrituras del Antiguo y del Nuevo Testamento, que son la Palabra de Dios escrita, plenamente digna de confianza para la fe y la conducta.

• La dignidad de todas las personas, hechas hombre y mujer a imagen de Dios para amar, ser santas y cuidar de la creación, pero corrompidas por el pecado, que incurre en la ira y el juicio divinos.

• La encarnación del Hijo eterno de Dios, el Señor Jesucristo - nacido de la virgen María; verdaderamente divino y verdaderamente humano, pero sin pecado.

• El sacrificio expiatorio de Cristo en la cruz, que murió en nuestro lugar, pagó el precio del pecado y venció al mal, reconciliándonos así con Dios.

• La resurrección corporal de Cristo, primicia de nuestra resurrección; su ascensión al Padre, y su reinado y mediación como único Salvador del mundo.

• La justificación de los pecadores únicamente por la gracia de Dios mediante la fe en Cristo.

• El ministerio de Dios Espíritu Santo, que nos conduce al arrepentimiento, nos une a Cristo mediante el nuevo nacimiento, capacita nuestro discipulado y hace posible nuestro testimonio.

• La Iglesia, cuerpo de Cristo local y universal, sacerdocio de todos los creyentes, vivificada por el Espíritu y dotada de sus dones para adorar a Dios y proclamar el Evangelio, promoviendo la justicia y el amor.

• El regreso personal y visible de Jesucristo para consumar Su Reino en toda su plenitud, elevando a todas las personas al juicio -trayendo la vida eterna a los redimidos y la condenación a los perdidos- y estableciendo un cielo y una tierra recién restaurados de los que quedarán excluidos todo mal, sufrimiento y muerte, y en los que Dios será glorificado para siempre.

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Valoramos:

Valores fundamentales

La Biblia: Creemos en la inerrancia y la autoridad final de las Escrituras. La consideramos nuestro fundamento y buscamos activamente aplicar sus enseñanzas en nuestra vida diaria. Queremos ser un pueblo transformado por la Palabra, no sólo informado. Nuestra enseñanza está basada y alineada con las Escrituras.

Potenciación del Espíritu: Esperamos que el Espíritu Santo viva y trabaje entre nosotros. Creemos que todos los dones de las Escrituras están disponibles para los creyentes de hoy. Sólo el Espíritu Santo mantiene una iglesia floreciente y llena de poder y vida. Él hace que la Palabra viva y actúe en nuestras vidas. Contamos con que el Espíritu Santo se mueva con poder en nuestras reuniones y en nuestra vida diaria mientras extendemos el Reino de Dios.

La gracia: Creemos que la gracia cambia la vida, por lo tanto el evangelio de la gracia es central en nuestra iglesia y enseñanza. La gracia se expresa en relación con la salvación, la vida en la iglesia, las relaciones y el estilo de liderazgo. Nos aceptamos unos a otros sobre la base de la gracia, no sobre la base del rendimiento.

Liderazgo

Liderazgo de servicio: Jesús es el ejemplo perfecto de liderazgo de servicio, y buscamos emularle. Creemos que los líderes de la iglesia deben dar ejemplo siendo humildes, transparentes y accesibles. El liderazgo existe para multiplicar el ministerio, no para monopolizarlo.

Liderazgo en equipo: La Iglesia del Nuevo Testamento es un modelo de liderazgo en equipo. Una sola persona no tiene todos los dones para liderar, así que en cada faceta de nuestro cuerpo eclesiástico practicamos el liderazgo en equipo. Nuestras congregaciones son supervisadas por un Equipo Pastoral de hombres y mujeres calificados, incluyendo a nuestros ancianos.

Ministerios quíntuples: Creemos que apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros son dados por Dios para llevar a la iglesia a la madurez y equipar a hombres y mujeres para el servicio. Invitamos a participar en estos ministerios en nuestra iglesia local, así como a través de nuestra amplia familia de iglesias, llamada Nuevasfronteras.

Vida eclesiástica

Discipulado: Deseamos que todos conozcan, amen y obedezcan a Jesús. Como seguidores de Jesucristo estamos llegando a ser como Él, y estamos discipulando a otros a hacer lo mismo en el contexto de la comunidad. Discipulado significa ser moldeados por el Espíritu Santo en todas las áreas de la vida. No sólo queremos conocer la Verdad intelectualmente, sino que queremos que cambie nuestros corazones.

Adoración y oración: Amamos la presencia de Dios. Adoramos a Dios en todos los aspectos de nuestras vidas, y nos reunimos para dar gloria a Dios mediante la alabanza y la adoración entusiastas. Damos la bienvenida a los dones del Espíritu Santo y a las contribuciones de todo el cuerpo para que la iglesia pueda ser edificada. Creemos que la oración es el motor de la iglesia, ya que libera el poder de Dios en medio de nosotros e impulsa todo lo que hacemos.

Una familia ricamente diversa: La Iglesia es la familia de Dios a la que todos podemos pertenecer. Al reunirnos tanto en público como en los hogares, deseamos cultivar relaciones familiares honestas y estrechas. Esta familia es donde la rica diversidad de cada etnia, raza, idioma, cultura, generación y clase puede ser verdaderamente reflejada y celebrada mientras nos reunimos como hermanos y hermanas en Cristo. Estamos comprometidos a servirnos los unos a los otros y a cuidarnos mutuamente de maneras que demuestren el amor de Jesús.

Misión

Juntos en Misión: Somos una iglesia formada por una misión apostólica y profética para extender el Reino de Dios local y globalmente. Creemos que podemos hacer más juntos que separados, por lo que nos asociamos con una familia global de iglesias llamada Confluence (que forma parte de la familia Newfrontiers) para asegurarnos de que estamos trabajando juntos en la misión con otros de todo el mundo.

Justicia y misericordia: Nos apasiona nuestra misión, comprometiéndonos con todos los sectores de la sociedad, especialmente con los pobres y los marginados. Queremos ser sal y luz buscando la justicia y mostrando la misericordia de Dios a la comunidad que nos rodea y más allá.

Hasta los confines de la tierra: Jesús encargó a su Iglesia que hiciera discípulos de todas las naciones. Abrazamos plenamente la verdad de que el Evangelio es una buena noticia para todos, independientemente de la raza, la cultura, el idioma, la edad, el sexo y la situación socioeconómica; y deseamos ver avanzar el Reino de Dios en nuestra comunidad local, así como en las naciones del mundo.